PROCESO DE EJECUCIÓN
     
     
     
     
     
     
 
     
     
     
     
     
     
     
     

El paso del Nazareno de las Penas (Cofradía de San Vicente) representa un verdadero compendio de exquisitez y buen gusto. Para decorar su canastilla hizo Rafael Barbero una bellísima colección de ángeles niños -18 querubines que circundan las cartelas, 8 de mayor tamaño para las esquinas superiores de las andas y 2 de los llamados "cirineos" para sustentar la cruz del Señor-, figurados en las más traviesas y juguetonas actitudes, los cuales se reparten en las andas del tallisAntonio Vega Sánchez -labradas siguiendo un proyecto de Antonio Castillo Lastrucci- con la misma gracia que un cuadro de Murillo.

Al igual que otros ángeles de Barbero, como los que realizó para los respiraderos del magnífico paso del Santísimo Cristo de las Almas, Crucificado titular de la cofradía sevillana de Los Javieres, el escultor entronca aquí con la mejor tradición barroca sevillana de ángeles-virtudes o pasionarios que dejaran plasmada el gran maestro Pedro Roldán y su círculo de seguidores.

Las líneas estilizadas en su totalidad dan un aire espiritual a estas pequeñas figuras angélicas que, por otra parte, resaltan sobre el fondo dorado de la canastilla merced a un fuerte colorido. El leve giro de las cabezas y el movimiento de las cabelleras en forma de guedejas no descomponen la serenidad de estas obras de Barbero, que parecen estar más allá del tiempo y del espacio.

En el año 2005, con motivo de la limpieza del dorado del paso y la restitución de piezas sueltas del mismo o que se encontraban en mal estado -tareas realizadas en el taller del dorador Manuel Calvo Carmona-, los ángeles fueron restaurados por la escultora utrerana Encarnación Hurtado Molina -bajo la dirección del historiador Juan Carrero Rodríguez- quien realizó una limpieza superficial de todas las estatuillas -cuyas alturas oscilan entre los 45 y 50 centímetros- y repuso la parte delantera del pie de uno de los ángeles, así como algunos dedos de las manos y algunas alas que entre todos les faltaban.

     
     
     
     
ESTADO FINAL
     
     
 
     
     
     
     
 


© Encarnación Hurtado Molina. Todos los Derechos Reservados.